Según mis conversaciones con las bodegas, parece que el ROI se percibe bajo. Los códigos UPC cuestan dinero y tiempo para la bodega, por lo que a menudo es más fácil simplemente reutilizarlos. Muchos, muchos vinos simplemente no tienen códigos de barras en absoluto, lo que limita su utilidad a los servicios públicos. (Problema clásico de huevo y pollo: si todos los vinos tuvieran códigos de barras, existirían más aplicaciones de utilidad).
¿Solución? Crea un registro gratuito para que las bodegas obtengan un número único. Un sitio que está probando este modelo es http://avin.cc (dirigido por http://www.adegga.com). Proporcionan números AVIN únicos con un práctico código QR. El código QR también podría ser autogenerado por la bodega con su URL.
Las cosas han recorrido un largo camino en los últimos dos años, pero no demasiado lejos o lo suficientemente rápido. La industria del vino se está perdiendo una gran oportunidad.