¿Por qué la mayoría de los dulces con sabor a fruta no saben nada de la fruta (por ejemplo, uva, naranja), pero algunos sí (por ejemplo, sandía, lichi)?

¿Por qué la mayoría de los dulces con sabor a fruta no saben nada de la fruta (por ejemplo, naranja de uva), pero algunos sí (por ejemplo, sandía, lichi)?

Una combinación de química, economía e individualidad.

Por razones económicas, la mayoría de los sabores falsos consisten en solo uno o un par de ésteres [1] que conforman los sabores frutales bastante complejos. Los químicos pretenden elegir los ésteres que componen la mayoría de los sabores que asociamos con las frutas.

Sin embargo, todos tenemos papilas gustativas ligeramente individuales, por lo que no necesariamente asociamos los mismos ésteres con una fruta en particular.

En el caso del plátano falso, puede ser porque el sabor que buscaban era un tipo de banana completamente diferente [2] de lo que solía encontrar en el supermercado [3] ya que el viejo tipo apenas existe. Al no haber podido encontrar al mítico Gros Michel en ninguna parte (exploré Bangkok y Hua Hin el año pasado), no sé si hay algo de sustancia en esa afirmación o si es solo una parte ficticia del mito de Gros Michel.

Notas a pie de página

[1] Ester – Wikipedia

[2] Plátano Gros Michel – Wikipedia

[3] Plátano Cavendish – Wikipedia

La mayoría de los dulces con sabor a fruta se elaboran con aromatizantes artificiales que no tienen nada que ver con la fruta real. No estoy familiarizado con el sabor del lichi, pero nunca he probado un caramelo de sandía que supiera a sandía. Siempre me sorprende que produzcan aromas cítricos artificiales, ya que es tan fácil usar aceites cítricos como base.

De todos modos, los sabores y colores generalmente se hacen en un laboratorio con malas aproximaciones de fruta.