Cuando se habla de cocinar la frase “el ingrediente más importante es el amor”, ¿realmente se refieren a los detalles?

Siempre he interpretado este dicho como una declaración sobre la pasión. Cuando cocinas porque amas cocinar, la magia puede suceder. Amas no solo la habilidad de cocinar para tus amigos, familiares y seres queridos, sino que TE ENCANTAS el proceso de crear una excelente comida. Piensa en todo lo que realmente amas … hay un elemento un tanto simbiótico y autoalimentado involucrado. Cuanto más amas algo, más lo pones y mayor es el éxito. Cuanto mayor es el éxito, más disfrutas haciéndolo, alimentando así tu amor por la cosa.

Tengo una gran pasión por la cocina; no solo encuentro el proceso creativo inspirador, sino que también me resulta muy liberador y relajante. Me gusta experimentar, encontrar lo que funciona para mis gustos, modificar recetas a medida que voy, probando todo el camino. Simplemente hay algo realmente divertido para mí. Y creo que eso viene a través de mi comida. No es solo ser un buen cocinero o producir una receta técnicamente bien ejecutada, sino también el “amor” que entra en el proceso, cocinar y compartir el plato completo.

Creo que “amor” es otra forma de decir “cuidado”. Si realmente te gusta lo que estás haciendo y realmente quieres que sea genial, entonces es más probable que pongas más esfuerzo en ello. Usarás mejores ingredientes, no cortarás esquinas en la preparación, no serás flojo con las medidas. La atención al detalle es importante, pero es la inversión emocional subyacente en lo que estás haciendo, el amor / cuidado, lo que te obliga a prestar atención a los detalles.

Mi comida siempre sale mejor cuando estoy feliz de cocinarla y para quién la estoy cocinando. El material técnico te lleva a un cierto punto, pero la emoción te lleva el resto del camino de alguna manera.

En un contexto, atención al detalle.
En otro contexto, significa saber para quién estás cocinando y comprender sus gustos por dentro y por fuera.
En otro sentido, significa cocinar con amor para que practiques hasta el punto de mejorar, más que si solo lo haces una vez pero tratas de prestar mucha atención. Si le pides a alguien que haga algo una vez perfectamente y otra persona que siga haciendo algo cientos de veces, la segunda persona probablemente obtendrá mejores resultados a largo plazo. Captura la atención al detalle, pero de una manera indirecta y matizada.