¡¡¡¡SÍ!!!! Este tipo de empresas no solo se trata de vender café, sino que también le ofrecen la oportunidad de intercambiar impresiones de forma rápida, genuina y, a menudo, con otro ser humano. ¡Esa es una de las cosas más bellas de estar vivo!
Si está hablando por un teléfono celular mientras pide un café, está descartando activamente a la persona que presta ese servicio. El mensaje transmitido es de importancia personal. La impresión que se da es que el ser humano que está tratando como un robot no es sensible con identidad o valor. Eso es irrespetuoso.
También potencia la posibilidad de una falta de comunicación que terminará en su barista tomando la bebida equivocada. El tiempo se desperdicia tanto para usted como para su persona de servicio y todos los adictos a la cafeína que tocan los dedos de los pies detrás de usted y que también necesitan su solución diaria.
Es aceptable preguntarle a la persona que está al otro lado de la llamada si puede volver a llamar para que pueda completar su tarea.
Si siente que la llamada es inevitable, es cortés excusarse para que sea capaz de prestar toda su atención y consideración al asunto en cuestión.
Estar. Da una gran recompensa.