Casi todos los vegetales de hoja verde transportan toxinas para protegerse de ser comidos. Las Brassicas, plantas como el repollo y el brócoli, son particularmente potentes.
Sin embargo, a través del mejoramiento de plantas, los niveles de toxinas se han reducido considerablemente y ya no representan ningún peligro para la salud de los seres humanos. Sin embargo, ciertas personas, “supertasters”, son muy sensibles a los alcaloides amargos contenidos en estas plantas y les resulta extremadamente desagradable comerlas.