Quesadilla. Puedes hacerlo tan fácil o complicado como quieras.
Si lo quieres súper simple, la quesadilla puede ser solo queso derretido en una tortilla doblada.
O puede tener cualquier cantidad de salsas: guacamole, crema agria, salsa, aderezo ranch, mostaza con miel, salsa de espagueti, salsa barbacoa o rellenos adicionales: cebolla y pimientos salteados, carnes condimentadas, rodajas finas de manzana, huevo revuelto o cualquier cosa eso suena bien para ti Es sabroso y puede ser diferente cada vez.
Tiene el beneficio adicional de ser una forma sencilla de usar sobras de comida si tienes varias cosas diferentes en tu refrigerador que no quieres desperdiciar. Y si eres un estudiante con un presupuesto sin nada en tu refrigerador, lo único que tienes que comprar son tortilla, queso y mantequilla. ¡Y podría prescindir de la mantequilla en un apuro!
¡Podría tener uno hoy! 🙂
¡Aclamaciones!