Una porción es como un puñado.
Divide tu día en segmentos y verás que es totalmente posible.
Digamos que te levantas a las 6, comes plátano, pan tostado, un par de huevos y tomas un café, esa es una porción que cuenta el plátano.
Trabaja a las 8, tienes un puñado de almendras cuando te sientas en tu computadora, dos
Descanso a las 10, refrigerios de algas marinas, tres
Almuerzo a las 12, otro plátano y una ensalada, cuatro y cinco.
Descanso a las 2, yogur con fruta, seis
Hogar a las 4, cerveza y una ducha
Cena a las 6, filete pequeño o pechuga de pollo, judías verdes, papas y una copa de vino, siete y ocho.
Postre a las 8, un tazón de fresas con crema, nueve.
Obviamente, el horario de cada persona es diferente, si lo segmentas de esta manera es totalmente factible.
Simplemente configuro un temporizador por cada dos horas y me obligo a comer algo saludable.