Creo que lo mejor que creo que escuché sobre hacer que los niños coman verduras fue un pequeño truco de psicología.
Tú y tu pareja, toma una bolsa de guisantes, maíz, etc. y comienza a comérselos … y diciendo qué deliciosos … y qué deliciosos son y qué suerte tienes por llegar a tener “dulces”, ya que no son solo para niños para adultos … solo hablando el uno con el otro e ignorando a su hija, ella escuchará todo! y después de un tiempo, ella querrá un poco … podrías darle un par y hacer un gran trato al respecto … y muy pronto comenzará a pedir sus “dulces”.
En cuanto al entrenamiento para ir al baño, el soborno es el truco, ve y encuentra un lindo vestido y ropa interior que ella escoge.
… cuélguelo en su dormitorio, … “Ahora eres una niña grande … las niñas grandes usan el orinal y se ponen bonitos vestidos y bragas” … ¡Depende de ella, ha funcionado varias veces para mis amigos niños!
Involucrarla en sus elecciones de alimentos, la comida que elija la hará sentir más en control y, por lo tanto, más propensa a comer.
Si a ella le gusta la pizza, dale una lista de 3 ingredientes de carne, ¿qué te gustaría?
En el plato, porciones pequeñas de una variedad y muchas opciones también son alimentos importantes y coloridos, y no son quisquillosos con ella en la cena.
Si haces un gran negocio, ella comenzará a jugar contigo. Solo establece reglas, tienes que probar todo en tu plato y tu excusado. De esta manera, al enseñarle, al menos debe intentar algo antes de decir que no le gusta. Terminar lo que hay en tu plato no es realista … ¡si tiene hambre comerá!
Muchos padres se exponen. Los niños comerán cuando tengan hambre … les causará hambre manteniéndolos activos y permitiéndoles comer solo algunos bocadillos entre comidas.
Observé a mis amigas chicos … tenían 18 meses y 3 años … Me aseguré de usarlas en el parque, y por lo tanto, estaban realmente hambrientas, hice tres tipos diferentes de vegetales, algunos de pollo y pavo … dos tipos de fruta, un poco de yogur, se lo comieron todo … No tenía ni idea de qué los alimentaba ni cuánto, ya que no podía obligarme a hacer una emergencia médica.