1. La mejor solución: córtala congelada
Mantenga el salmón congelado y córtelo en pequeños filetes con un cuchillo, sierra o lo que sea que tenga. Doble cada filete con envoltura de plástico, luego colóquelo en el interior de una bolsa Ziploc.
2. La segunda mejor idea: córtala medio congelada
Si la cuchilla (o sierra) que tiene no puede penetrar el salmón congelado, descongélelo hasta que se congele parcialmente, de modo que pueda cortar con el cuchillo.
3. El último recurso: descongélalo y córtalo
Aunque no es ideal, descongele el salmón en su refrigerador envuelto en una toalla de papel, luego córtelo en pequeños filetes y doble envoltura, Ziploc y póngalos en el congelador.