¡Hay dos maneras excelentes de hacer esto!
- Supongamos que también estás cocinando tocino para el desayuno, y oye, ¿por qué no? Cocine primero y deje la deliciosa grasa de tocino en la sartén. Agriete los huevos en la bandeja de calor mediana, y una vez que comiencen a solidificarse, use una spautla o cuchara para ‘salpicar’ la grasa de tocino sobre los huevos. La grasa de tocino caliente, además de agregar sabor, cocinará la parte superior de las claras de huevo y la yema, produciendo la consistencia perfecta sin “mocos de huevo” en los blancos.
- Para aquellos que intenten NO comer tanta grasa de tocino, tomen su sartén y una tapa, y unas dos o tres cucharadas de agua. Caliente la sartén, los huevos en la sartén, sazone los huevos … luego, vierta el agua en la sartén, chisporrotee el chisporroteo y cierre la sartén. El vapor cocinará el lado superior de los huevos. La desventaja de este método es que cocina los finos blancos que cubren la yema, lo que hará que la yema se vea un poco lechosa.
Prefiero el primer método, si estoy cocinando suficiente tocino para hacer suficiente grasa como para “salpicar” los huevos, pero utilizo el segundo método con mucha más frecuencia. ¡Menos grasa en mi dieta y el sabor de los huevos!