1. Precaliente el horno a 350 grados. Rocíe una sartén de 8 “x 8” con aceite antiadherente y forre con papel pergamino.
2. En un tazón pequeño, combine el agua y las semillas de chia. Batir y reservar por 5 minutos.
3. Derrita el chocolate y el aceite de coco en un baño María (un recipiente seguro para el calor o una olla más pequeña colocada sobre una olla de agua). Haga hervir el agua y luego reduzca a fuego lento, revolviendo ocasionalmente hasta que se derrita el chocolate.
4. Combine las harinas, la sal y el bicarbonato de sodio en un tazón grande y mezcle.
5. Agregue el azúcar, la compota de manzana y la mezcla de chia al chocolate derretido. Combine los ingredientes húmedos y secos y revuelva hasta que se incorpore.
6. Vierta la mezcla en el molde preparado y hornee por 37 minutos a 350 grados. Deje que se enfríe por completo, aproximadamente una hora y media. ¡Disfrutar!