¿Qué ajustes debo hacer al hornear pan cuando paso de un horno casero normal a un horno comercial para poder hornear más panes para vender?

Soy estrictamente un panadero casero, pero tengo algunos amigos que operan una panadería local, y hablan de cosas como esta todo el tiempo. Lo primero que deberá hacer es actualizar todas sus recetas y asegurarse de tener los porcentajes correctos. Las recetas caseras basadas en el volumen no necesariamente se traducirán en cantidades comerciales. Trabajar con porcentajes de panadero, en función del peso, en lugar del volumen, lo ayudará con esto.

Los hornos comerciales son bastante diferentes a los hornos domésticos. Tendrá que experimentar con ellos y ver qué resultados obtiene, y es posible que tenga que ajustar sus recetas o tiempos de prueba, o la forma en que da forma a su pan, según la nueva tecnología. Lo mejor que puede hacer es conseguir que alguien que esté familiarizado con la marca y el tipo de horno en particular trabaje con usted en eso.

Y, por supuesto, tendrá que calcular su estructura de precios. ¿Cuánto está pagando por los ingredientes? ¿Cuánto tiempo y trabajo se necesita para producir una barra de pan? ¿Cuáles son sus otros gastos, como el alquiler, los servicios públicos, el pago de los préstamos que pueda tener, etc.? Trabaje con un asesor comercial o con su banco para resolver las cosas, de modo que en realidad está cobrando lo suficiente para cubrir todos sus gastos.

Probablemente hay otras cosas en las que debes pensar. Mi sugerencia es encontrar a alguien que ya opera una panadería como negocio, y hablar con ellos en persona. Invítalos a almorzar, o café, y elige sus cerebros. Hay muchas cosas cotidianas, como cómo configurar su espacio, cómo trabaja con grandes cantidades de masa, las mejores temperaturas para pruebas y cocción, que solo puede aprender a través de la experiencia.

Existen incubadoras de pequeñas empresas que brindan este tipo de experiencia y también pueden ayudarlo a desarrollar un plan de negocios. En los EE. UU., El 80% de las nuevas empresas alimentarias fracasan dentro de los cinco años. Las empresas que trabajan con una incubadora de pequeñas empresas revierten esa proporción, con un 80% de ellas teniendo éxito. Es una buena inversión de tiempo y dinero para asegurarse de que realmente entiende lo que se necesita para que el negocio funcione antes de invertir mucho dinero en espacio y equipo.