Este es un problema que enfrenta cualquier fabricante que desee vender salsas envasadas o envasadas para su venta a un mercado masivo, especialmente un mercado compuesto principalmente por “no nativos” de la región donde se origina la salsa. “¡Esta salsa de espagueti / salsa de frijoles negros / salsa ranchera / salsa holandesa / salsa de chimichurri no es auténtica!”
La primera causa para la diferencia es la receta. Todos los cocineros se esfuerzan por hacer el mejor y más ameno artículo de acuerdo con su propio gusto y experiencia. El cocinero de la cocina del barrio para llevar lo enseñó su madre en un pequeño pueblo costero del sur de la India y nadie escribió la receta. El fabricante debe convertir una receta genérica de pequeña escala, compilada a partir de seis ejemplos que su primo encontró en la web, en una receta para miles de galones de salsa.
En segundo lugar, está el proceso de fabricación, la necesidad de comprar ingredientes en cantidades industriales, lo que puede significar ingredientes ligeramente diferentes. Los ingredientes pueden procesarse antes de la compra, de maneras diferentes a las preparaciones caseras o de cocina a pequeña escala. El proceso de fabricación puede mezclar o cocinar los ingredientes de manera diferente. Los procesos a gran escala pueden requerir compromisos o alteraciones de la receta. El envasado o envasado puede requerir un mayor calor que descompone los ingredientes. Los conservantes pueden ser necesarios para la vida útil. Algunos ingredientes deben ser dejados fuera.
En tercer lugar, pueden estar los requisitos de las autoridades sanitarias y de salud pública. El calor, la acidez e incluso la calidad del agua pueden estar sujetos a regulación. Algunos ingredientes son insalubres o no pueden ser importados o deben ser excluidos. Y los abogados del fabricante insisten en que los maníes se queden fuera.
Otro problema es el marketing. ¿Debería una empresa vender un producto copiado y llamado de un pequeño pueblo de montaña del que nadie, excepto los locales, había oído hablar alguna vez, o el producto debería ser generalmente similar a un alimento ampliamente familiar y ser llamado por un nombre genérico o característico? ¿Se vendería mejor como “salsa Huancaina” o como “aderezo mágico del inca” con menos chile picante? “Salsa HoiSin” o “Salsa de ciruelas marrones”? “Mole Poblana” o “salsa picante de pollo asado mexicano?”
El dueño / cocinero de la cafetería de barrio no tiene los mismos obstáculos y obstáculos para interferir con su producción.